Muchas mujeres que consideran el tratamiento de FIV durante estos tiempos difíciles de la pandemia de COVID-19 se han enfrentado a desafíos adicionales. Han surgido los datos relativos al COVID-19, la vacunación, los efectos de la infección por COVID-19 en el embarazo, la transformación de la infección por COVID-19 al lactante y muchas más preguntas preocupantes.
Huelga decir que este es todavía un territorio desconocido para la literatura actual. Sin embargo, la evidencia sugiere que:
- Después del tratamiento de FIV, si una mujer contrae COVID-19, no existen riesgos conocidos para la salud del bebé. A medida que se informen más casos, podremos comentar más sobre dicha probabilidad.
- No hay información que sugiera una asociación positiva o negativa entre la vacunación y el resultado de la FIV
- El procedimiento estándar con la mayoría de las vacunas es permitir un período de dos meses entre la vacunación y el tratamiento. Esto es lo que recomienda nuestro hospital.
- Si no está vacunado, aún puede continuar con el tratamiento de FIV. Sin embargo, dados los datos insuficientes sobre la vacunación durante el embarazo y las posibles complicaciones a corto y largo plazo, sería recomendable esperar hasta el parto de tu hijo para vacunarte.
- Hasta el momento, no hay informes negativos sobre el impacto de la vacunación en la salud del bebé. Cuando sigan llegando más números, podemos cambiar nuestra recomendación a favor de la vacunación durante el embarazo.
- El efecto de la infección por COVID-19 en el embarazo no se conoce por completo debido a la falta de datos confiables. Hay informes que muestran partos saludables de mujeres que contrajeron COVID-19. Sin embargo, aún no se conocen los resultados de salud a largo plazo.
- Las mujeres embarazadas con infección por COVID-19 pueden correr un mayor riesgo de dar a luz a su bebé antes de las 37 semanas. Se deben tomar medidas para protegerse de enfermarse, ya que esta es la única forma de ofrecer protección a los padres y a su bebé en tiempos sin precedentes.